Como asesora del sueño infantil, es común encontrar padres preocupados por el descanso de sus hijos. Existen muchos mitos sobre el sueño infantil que pueden generar confusión y frustración. En este artículo, aclararemos algunas de las creencias más comunes, ayudando a los padres a comprender mejor las necesidades de sueño de sus hijos.

 

Mito 1: «Los bebés deben dormir toda la noche desde temprana edad»

La realidad es que los bebés tienen ciclos de sueño diferentes a los adultos. Es normal que los bebés se despierten varias veces durante la noche para alimentarse o ser consolados. La habilidad de dormir toda la noche se desarrolla gradualmente y varía entre cada niño.

 

Mito 2: «Los niños que no duermen siestas durante el día duermen mejor por la noche»

Contrario a esta creencia, la falta de siestas puede llevar a un estado de sobrecansancio en los niños, lo que dificulta que se duerman y se mantengan dormidos durante la noche. Las siestas adecuadas contribuyen a un mejor sueño nocturno.

 

Mito 3: «Dejar llorar al bebé es la única manera de enseñarle a dormir solo»

Aunque algunos métodos sugieren dejar llorar al bebé, no es la única ni la mejor opción para todos los niños. Existen enfoques más suaves y graduales para enseñar a los bebés a dormir de forma independiente, respetando sus necesidades emocionales y de apego.

 

Mito 4: «Llevar al niño a la cama tarde hará que duerma más tarde»

En realidad, acostar a los niños tarde puede resultar en un sueño de menor calidad. Los niños tienen ventanas biológicas de sueño óptimas, y respetarlas puede mejorar la cantidad y calidad de su descanso.

 

Mito 5: «La televisión antes de dormir ayuda a los niños a relajarse»

El tiempo frente a pantallas antes de dormir puede interferir con la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño. Es mejor optar por actividades tranquilas, como leer un cuento, para preparar a los niños para dormir.

 

Mito 6: «El sueño de los niños no afecta el de los padres»

El sueño de los niños está estrechamente relacionado con el bienestar de toda la familia. Cuando un niño no duerme bien, los padres también suelen experimentar interrupciones en su descanso, lo que puede afectar su salud y estado de ánimo.

 

Mito 7: «Poner cereales en el biberón hará que duerma mejor»

Agregar cereales en el biberón no garantiza que el bebé duerma más tiempo. De hecho, puede causar problemas digestivos y no es recomendable sin la orientación de un pediatra. El sueño infantil está más influenciado por la rutina y el ambiente que por la alimentación.

 

Mito 8: «Los niños deben dormir en completo silencio y oscuridad»

Aunque un ambiente tranquilo y oscuro puede favorecer el sueño, muchos niños se adaptan a dormir con algo de ruido de fondo o luz tenue. Encontrar el equilibrio adecuado según las necesidades y preferencias de cada niño es clave.

 

Mito 9: «Una rutina de sueño estricta es necesaria para todos los niños»

Si bien una rutina puede ser beneficiosa, la rigidez excesiva puede generar estrés tanto para los padres como para los niños. Es importante ser flexible y adaptar la rutina a las circunstancias y necesidades cambiantes.

 

Desmontar estos mitos sobre el sueño infantil y entender la verdadera naturaleza del sueño infantil puede ayudar a los padres a establecer rutinas de sueño saludables y efectivas para sus hijos. Si tienes más preguntas o necesitas asesoría personalizada, no dudes en contactarme.

¡Dulces sueños a todos!