Creo que todos tenemos más o menos claro lo importante que es tener una buena rutina para un niño, sin embargo, no somos del todo conscientes de cuánto puede afectar esto al sueño de nuestro niño o bebé. Los peques necesitan saber qué va a ocurrir en cada momento del día, les gusta poder predecir qué toca a continuación. ¿No os pide que le leáis el mismo cuento mil veces? Seguro que habéis visto Frozen otras tantas y nunca se cansa de verla. Pues eso, que adoran tener la situación «controlada».

 

Pero ¡no solo eso!, es que tener una rutina predecible ayuda y mejora el sueño de los niños (a partir de los 3 meses, antes de esa edad poca rutina hay). Si siempre hacemos los mismo, en aquellos momentos en los que toque dormir, el cuerpo se preparará para hacerlo y eso facilita mucho las cosas.

 

No se trata de tener una rutina tan estricta que nos agobie y no nos deje vivir. Podemos ser relativamente flexibles pero, sobre todo, debemos ver la rutina como nuestra aliada, nunca como nuestra enemiga porque nos va a aportar mil cosas positivas y sólo algunas negativas.

 

  • Estableced una rutina que le ayude a diferenciar las distintas fases del día. Que sepa que ahora toca comer, o toca jugar o toca dormir.
  • Cuando la rutina esté establecida, sabréis qué le pasa a vuestro hijo en cada momento. Si se pone quejica e irritable y se acerca su hora habitual de siesta, ¡ya sabes lo que le está pasando!
  • ¿Cuál es la mejor rutina para vuestro hijo? Pues la que os funcione. Cada niño es distinto y responde a los estímulos de forma diferente. Deberéis tomaros unos días para ver qué rutina es la ideal para vuestra familia. ¡No hay una sola rutina ganadora!
  • Cuando hablamos de rutina, nos referimos tanto a los horarios y actividades que hacemos durante el día, como a la rutina previa a la hora de ir a dormir. Hacer siempre lo mismo antes de ir a la cama, ayuda al peque a bajar pulsaciones, relajarse y prepararse para dormir. En este caso puede ser, baño, cuento y dormir o canción, caricias y dormir ¡lo que queráis pero siempre igual!
  • Antes de las siestas también es importante que tengamos una mini rutina, mucho más cortita que la de la noche pero algo que le indique al niño que toca descansar.

Los papás de bebés muy pequeños no os preocupéis aun por esto, los primeros meses de vida son bastante caóticos y hasta el cuarto mes no se empiezan a definir los distintos horarios del día. Hasta entonces debéis guiaros por las señales que os va mandando el bebé (sueño, hambre…)

 

Y vosotros ¿qué rutina lleváis en casa? Si no sabéis bien por donde empezar, puedo ayudaros, analizarla con vosotros, ver si los horarios son adecuados y se ajustan a la edad del bebé o niño y hacer los cambios que sean necesarios.

 

¡No dudéis en contactar conmigo!

 

Besos y a descansar

 

Angela

Asesora de sueño infantil